por cavallino

Cuando comenzaron los rumores sobre la llegada de Alonso a Ferrari, muchos fueron los tifosi que manifestaron públicamente no querer ver al asturiano en la Scuderia ni en pintura. Hubo hasta quien juró y perjuró que renegaría del Cavallino si el Nano se vestía finalmente de rojo. No le perdonaban viejas rencillas.

Pero llega Fernando Alonso a Monza, y en su primera carrera allí como piloto de Ferrari, hace pole, se lleva la victoria, corre como un demonio para que nadie le quite la vuelta rápida, y luego va y les regala todo lo conseguido a esos tifosi apassionati que acabaron ayer celebrando el dominio de su piloto y de su equipo en casa y con su gente. Y te tiene que acabar saliendo del corazón que Alonso es grande. Los tifosi le amarán como amaron a Schumacher. Con domingos como el de ayer... ¿qué tifoso podría resistirse?...

Y Massa... le mete caña a Fernando tras la salida, nos pone a temblar por si se tocan, por si se van fuera, por si nos quedamos otra vez sin carrera, para luego acabar apoltronándose en el tercer puesto sin arriesgar ni una pluma de su sombrero. Este hombre es más agresivo con su compañero de equipo que con cualquier otro piloto de la parrilla. Stefano Mancini dirá que contribuyó al triunfo de Fernando y que ayudó a éste al impedir que Hamilton pudiera atacarle, pero desde luego fue de forma involuntaria, no queda lugar para la duda tras las declaraciones del brasileño.

Final feliz, muy feliz. ¡Así da gusto!