"El Mundial se gana con la cabeza, y Alonso no fallará"

Una vez minimizadas las pérdidas, ahora empieza el asalto al Mundial. Éste es el estado de ánimo en Ferrari, que temía morir en la pista de Suzuka, "la más indigesta para las características de nuestro coche, especialmente el primer sector, con esa combinación de curvas nada favorable", admite Stefano Domenicali, el jefe del equipo, el mismo que deja Japón con la agradable sensación de haber perdido sólo tres puntos con respecto a la liebre Webber.

Alonso sabía todo de antemano. Había que sufrir, "dije la víspera que el máximo objetivo era el podio, y era lo que realmente pensaba", al tener constancia de que en pistas similares Red Bull es un misil inalcanzable. "Era su trazado, habría apostado por un doblete suyo, y lamentablemente no me equivoqué", dijo el español. Sin embargo, tomó nota de la positiva realidad. "Ha ganado Vettel, no Webber, no podría haber ido mejor para nosotros. Ahora me separan catorce puntos del líder, pero los próximos circuitos serán diferentes, sigo en la lucha, aún puedo conseguirlo. Aquí en Suzuka sólo podía minimizar los daños".

"He tenido un mal comienzo por un problema de embrague, por suerte me las he arreglado para repeler el ataque de Button. En las primeras vueltas, ha sido imposible mantener el ritmo de los Red Bull, veía sólo posibilidades de conseguir el tercer puesto, gracias también a la retirada de Kubica. Admito que esto ha sido un golpe de suerte. Aquí en Suzuka parecía muy fuerte, y adelantarle habría sido difícil, su abandono ha representado un problema menos. Tras la dura salida me las he arreglado para estar cerca de Vettel y de Webber, he tratado de presionarles, pero no había nada que hacer. Han estado perfectos y ha sido justo que hayan conseguido ser primero y segundo".

Vista así, la de Alonso parece una confesión de impotencia. Pero la mirada del español no transmite resignación, todo lo contrario, con ella dice que lo peor ha pasado y que el futuro será distinto. "No cambio de idea, mantengo que para ganar el Mundial bastará con estar siempre en el podio. Cualquiera me tomará por loco, pero creo que será suficiente para llevarnos el título a casa". Domenicali es más preciso: "Faltan tres carreras, necesitamos una victoria y dos podios. Nuestro objetivo es ganar, y para ello necesitamos al menos un triunfo".

Se espera que también Massa, fuera de la carrera en la primera curva de Suzuka, comience a ser útil a la causa y vuelva a sumar puntos. Lo del brasileño, más triste y deprimido que nunca, es un caso. Primero, las escaramuzas con Alonso, después su decepcionante crono (duodécimo en la parrilla de salida), y finalmente su pésima carrera, con un Felipe golpeando a Liuzzi y forzando el abandono de ambos.

Domenicali se niega a aceptar que esté remando contracorriente. "Lo dará todo por la causa. No está pasando por su mejor momento, y hemos de estar a su lado. Estoy seguro de que se recuperará rápidamente". Montezemolo, tras un telefonazo a su jefe de equipo, va todavía más lejos: "Massa será la sorpresa de las tres últimas carreras, necesita ser rescatado y debemos facilitarle las condiciones para ganar". Quizás en su Brasil, el circuito donde Domenicali espera un gran éxito.

Menos benévolas para Ferrari parecen las pistas de Corea (inédita) y Abu Dhabi, donde en 2009 ganó el Red Bull fácilmente. La remontada es complicada, pero los de rojo no tienen ninguna intención de ceder. Sólo ante el título de constructores entiende Domenicali que es hora de rendirse. "Noventa y dos puntos de ventaja son muchos, sólo un doblete en Corea podría mantenernos en esta lucha". Sin embargo, por lo que respecta al de pilotos no duda: "De ahora en adelante, será crucial la cabeza, el enfoque mental ante las tres carreras, y el de Alonso es el mejor. Quedan tres finales y no fallará en ninguna de ellas".

Fotos: planetf1.com, repubblica.it
Texto: repubblica.it