El balance final fue bueno según el propio Fernando Alonso. Sin embargo, su Ferrari se paró en una curva y estuvo dos horas en el taller antes de regresar a pista. Cuando la jornada matinal se cerró, el asturiano había realizado sólo 11 vueltas y sus tiempos no se movían precisamente entre los mejores. El problema, según desveló después la escudería, fue una cuestión electrónica que afectó al funcionamiento del motor. "No fue un día perfecto, pero sí muy útil para realizar probaturas aerodinámicas", confesó Alonso. "Ahora la cuestión es determinar cuáles nos interesan y cuáles no para afrontar el primer gran premio en Bahrein".
Ferrari mostró algunas novedades en estos últimos test de Montmeló. El coche apareció con una aleta de tiburón sobre el capó posterior del motor -similar a la del coche de 2008- y la fueron intercalando con la más convencional. También el morro del F10 presentaba algunas modificaciones. Sin embargo, para mañana está previsto que el equipo realice algunas pruebas con un nuevo difusor, la última versión.
Foto: sport.es
Texto: elpais.com
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