Michael Schumacher se fue directo al coche de Alonso cuando la Q3 había concluído para pedirle explicaciones de por qué no le había cedido el paso cuando él estaba realizando su intento de vuelta rápida y el asturiano estaba en la vuelta previa de calentamiento. "Sólo le pregunté si su equipo no le había avisado de que yo llegaba por detrás mejorando mi tiempo", explicó el piloto de Mercedes. "Y me contestó que no. Entonces le dije que me había roto el ritmo de la vuelta y me había perjudicado".
Schumacher no se conformó con las explicaciones de Alonso y se fue directo hacia el director de carreras Charlie Whiting. "Puedo entender que Alonso no me viera, porque supongo que estaría pensando en otras muchas cosas y no precisamente en mirar el retrovisor", agregó un enfadado Schumacher. "Por eso acudí al despacho de Whiting, para que él me clarificara la situación. Quería saber cuáles son las líneas de actuación en este sentido para comprobar si lo que hicieron se ajusta o no a la normativa y qué es lo correcto".
"Si estás intentando dar lo mejor de ti mismo y alguien te frena por el motivo que sea, eso no resulta nada agradable".
Foto: elpais.com
Texto: extracto elpais.com
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Debería haber hablado también con Whiting sobre el caso omiso que él mismo hizo ayer viernes de la bandera roja mostrada tras un incidente en pista provocado por Kobayashi. Esta bandera le obligaba a parar, y no sólo es que no paró, sino que se marcó su vuelta rápida. Según el reglamento, Schumacher debería ser penalizado con diez puestos en la parrilla de salida de las dos próximas carreras. Pero esto no va a ocurrir, está más claro que el agua. Así es que... menos lobos, Mr Káiser.
Y yo que al ver la foto he pensado que estaban charlando de sus batallitas...
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